Mixología de la Patagonia

Reseña gastronómica de la coctelería en Magallanes

Vivir en zonas tan agrestes siempre tuvo como desventaja el poco acceso a insumos como frutas y verduras, pero a su vez también la naturaleza sabiamente brindó otras opciones a las que acudir cuando buscamos originalidad al momento de crear cócteles. Recordemos hitos dentro de nuestra gastronomía, como cuando fines de los noventa, don René Andrade Muñoz, garzón de un conocido restorán de Punta Arenas realizó un ligero twist al clásico aperitivo nacional para crear el Calafate Sour. Desde ese momento se marcó la brecha al surgimiento y reinterpretaciones de otras bebidas.

El uso de licores, salsas y syrups en cócteles, que hoy ya es común encontrar en cartas, también facilitó su comercialización a través de la industria. Sours, daiquiris y mojitos con ruibarbo o calafate son algunos en los que el sabor y color logran llamar la atención del cliente.

Con la llegada de los hermanos Maximiliano y Federico Gil alrededor del año 2010 a Torres del Paine, la coctelería pasa a manos profesionales. Como bartenders referentes optan por una misión y visión enfocada a la identidad local y el rescate del entorno. A su vez conforman Organic Patagonia, y desde 2013 a 2018 organizan el “Fusión Patagonia”, competencia gastronómica que busca dar realce a productos de la zona y unir la alta cocina a la coctelería.

Pasado ya varios años, con técnicas y paladares más exigentes. Toca redescubrir nuestras raíces. En el año 2019, la marca Shenu, con una novedosa proyección, lanza su primera línea de infusiones con el Ñirre como protagonista. Una gama de insumos complementarios al trabajo hecho por bartenders hasta el momento, con un resultado aromático, visual y de notas herbales.

Tomar por ejemplo, que una corriente perdurable como la de los tonics, tendencia a nivel mundial, sea replicable en el fin del mundo con botánicos y mixers endémicos de la Patagonia, nos entrega la razón para hacer todas estas ideas exportables.

Pero aquí no acaba el desafío. Si bien podemos rescatar nuestra identidad degustando sensaciones, el proceso es largo. El cómo hacer y redescubrir que nuestros recursos orgánicos sean sostenibles es a lo que debemos apuntar. Para ello asumir un compromiso ecológico y sustentable es nuestro principio.